así somos.
Somos terrícolas enamorados de la tierra y su cielo; del mar y sus olas; de los ríos y sus corrientes; del planeta y de sus habitantes.
Washaby no es casualidad, es el resultado de unir tres conceptos que hasta ahora habían sido antagónicos en el mundo del detergente:
eficacia, facilidad y ecología.
Washaby es la respuesta a la siguiente pregunta:
¿Por qué no existe un detergente respetuoso con el Planeta y los que viven en él, que sea sublimemente eficaz y muy pero que muy fácil de usar?
Y nació nuestra querida cápsula monodosis, concentrada e hidrosoluble, sin plásticos, no testada en animales y que cuida del Planeta.
Toc, toc, ¿hay alguien ahí?
Exactamente hay un equipazo formado por perfiles eclécticos que unidos formamos un cóctel explosivo: somos las madres y los padres de Washaby.
Tenemos un gran denominador común, y es que somos independientes, totalmente alejados de las multinacionales que controlan el sector, y esa independencia nos ha permitido crear sin barreras Washaby.
Una familia que con esfuerzo, pasión y tenacidad hemos hecho realidad una idea.
¿Y cómo empezó todo?
Primero hicimos una prueba piloto en Francia, un mercado maduro en el consumo de productos eco, y con lo aprendido hemos desembarcado en España, con el objetivo de democratizar la colada ecológica y que Washaby llegue a todos los rincones. Aterrizamos con la ilusión de traer un producto único, útil y con alma.
Cuidamos hasta el último detalle para que el impacto negativo sea mínimo y el positivo máximo.
Cubrimos las necesidades de un consumidor consciente e inteligente.
Sabe que el Planeta ya no puede más y exige sensibilidad social y ecológica a todas las marcas que consume. Un consumidor que compra productos eficaces y fáciles de utilizar, porque bastante complicada ya es su vida.
Y todo esto es lo que somos, así trabajamos, así pensamos y así actuamos.
Si quieres saber más sobre nosotros, escríbenos, te escuchamos.