Los abrigos son el salvavidas del invierno, manteniéndonos abrigados y a la moda durante los días fríos. Sin embargo, con el uso diario, acumulan suciedad y olores que requieren una limpieza adecuada para mantener su frescura y calidad. Es hora de adentrarnos en la limpieza de abrigos en el armario y en la lavadora para asegurarnos de que luzcan como nuevos.
Por lo que lavarlos al menos una vez al año es fundamental para mantener su frescura y durabilidad.
Lavadora, ¿amiga o enemiga de los abrigos?
Contrario a la creencia popular, los abrigos pueden lavarse en la lavadora sin dañarlos. Sin embargo, es crucial prestar atención al tipo de lavado y a los productos que se utilizan, además de leer detenidamente los símbolos de cuidado en la etiqueta y atender las necesidades específicas de cada tejido. También es esencial mantener la lavadora limpia para evitar dañar los abrigos o que adquieran malos olores.
Tratamientos VIP para cada tipo de abrigo
- Abrigos de lana: Lavado a mano o en la lavadora con un ciclo suave y agua fría, seguido de un secado extendido en una funda de tela para permitir la transpiración y evitar la acumulación de humedad.
- Abrigos de plumas: Lavado en la lavadora con agua a no más de 30 ºC y un centrifugado bajo para preservar la forma y las propiedades impermeables. El uso de un detergente especial para abrigos de plumas es recomendable para mantener su impermeabilidad por más tiempo.
- Abrigos de pelo sintético: Lavado en la lavadora con agua tibia a 30 ºC y pocas revoluciones. Es importante no utilizar la secadora para evitar que se encoja y escurrir el exceso de agua antes de dejarlo secar al aire libre.
¡Cuidado, delicados a la vista!
Hay abrigos que requieren un tratamiento más profesional debido a su delicadeza, como los de ante o piel. Estos materiales sensibles necesitan cuidados especiales y evitar la lavadora para no dañarlos. El ante, en particular, es un acabado complicado de tratar y requiere un mimo adicional, tanto en su uso como en su limpieza